miércoles, 4 de noviembre de 2009

Furia

Quando esten a mi merced solo podrán gritar por última vez, pues mi voz hará que su mente y alma se desgarren en mil pedazos envueltos en llamas.
Si... soy el león en llamas en cuyo pasado se atrevieron a cortar su melena salvaje y libertadora, y dejaron en su mente, cuerpo y alma la mayor cicatriz que podian darle.
La cicatriz del odio, la desilusión y la venganza.

1 comentario:

  1. Las cicatrices son como los ríos en un mapa: el viento o la lluvia (o cualquier otro torrente emocional) pueden modificar su curso.
    Ayer vi el Rey León y me acordé de tí; ¡no recordaba que fuese tan malísimo! jajajaj.
    Un beso grande querida Scar, desde la nave.

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